Archivos para 1 marzo 2012

  • Título Original: Burn after Reading
  • Año: 2008.
  • País: Estados Unidos.
  • Duración: 96 minutos.
  • Director: Joel& Ethan Coen.
  • Reparto: George Clooney; Frances McDormand; Brad Pitt; John Malkovich, Tilda Swinton; Richard Jenkins; David Rasche.
  • Género: Comedia Negra.
  • Puntuación: 3 /10

Fui a ver la película con muchas esperanzas, empujado por un torrente de buenas críticas y un reparto más que prometedor, pero la verdad es que me ha decepcionado mucho. Debo admitir que lo primero que vi de los Coen fue “No es país para viejos”, película que me pareció muy buena en todos sus aspectos, estos hermanos acababan de entrar en mi vida como una apisonadora, convenciéndome de su indudable talento. Esta primera impresión, unida al reparto, hicieron que tuviera esta película en lo más alto de mi lista de películas por ver. Después de hacerlo, me arrepiento profundamente.

Muchas de las opiniones que me han dado de la cinta, giran en torno a una frase: “Es una película con humor idiota, no con humor para idiotas”. No voy a ponerme a analizar lo que encierran las palabras, pero si sé que el único humor que he visto es el que aporta Brad Pitt, de hecho que tenga esta nota y no una inferior se debe por completo a su actuación. Es lo más destacable de todo: verle en un registro diferente al que nos tiene acostumbrado; porque los demás o no salen de sus papeles habituales: George Clooney no deja de ser un hombre atractivo que se liga todo lo que quiere; John Malkovich no deja su papel de loco, o los personajes no son creíbles: Frances McDormand, no acaba de convencer en cuanto a su obsesión de someterse a operaciones de cirugía estética incluso al final, con lo “difícil” de la situación en la que se encuentra.

Puedo llegar a comprender la crítica que pretenden hacer: los servicios secretos de los Estados Unidos pueden llegar al delirio en sus actividades y tienen el poder para hacerlo. Hay que controlar hasta donde se puedan las acciones del gobierno y sobre todo la información es muy sensible, la debemos manejar con cuidado, porque cualquiera puede difundir lo que no debe. Otro mal del que adolecemos es que tras tantas y tantas películas, cualquiera puede creerse un espía.

La línea argumental es igual de absurda que toda la película, eso si guarda cierto orden cronológico, pero no puedo reseñar nada más. No merece la pena que pierdas unos preciosos 96 minutos, en los que puedes emplearlo en ver otra buena película. Desde aquí no colaborare en que nadie más vea esta película, cuyo título está equivocado pues debe ser: “Quemar antes de ver”.

"Usare el hacha para destruir la película"