Gran Torino

Publicado: 23 diciembre 2008 de Diego Cabanillas en Críticas
Etiquetas:,

Como dije en la crítica de «El Intercambio» la forma de trabajar de Clint Eastwood ha sido de lo mejor que le ha ocurrido a Hollywood en los últimos 20 años. Es un perro viejo en esto del cine, se le ve y se le nota en cada plano, en lo que quiere decir, en lo que iconiza en todas y cada una de las escenas que rueda. Pero este viejo perro sigue teniendo fuerza, garra y sobretodo amor por todo lo que hace. Desde que da un punteo a su guitarra hasta que con su voz rota interpreta unas lineas del guión. Y lo hace, pero todo con una enorme vitalidad… Muchos podrían decir que Clint Eastwood ya esta viejo cuando posiblemente cada uno de nosotros seamos mucho más viejos que el propio Clint, un Clint que reinventa su mundo y su filmografía con cada nuevo proyecto.

Y es que Gran Torino podría ser considerada como una reflexión más a los papeles de tipo duro que tan bien se le dieron al propio Eastwood antaño. Puede ser un nuevo análisis al antiheroe de Sin Perdón, una nueva reinterpretación de ese hombre duro con buen corazón que hace todo lo necesario por aquellos a los que quiere. Eastwood revisita eso y más, pero llega más lejos.

El cine de Eastwood es muy característico en su forma, conocemos de sobra ese pulso que el como maestro solo posee, esa dirección clásica que tanto bien hace a sus películas, ese mimo por cada uno de los planos y por los propios personajes que siempre en sus películas cobran vida, salen de la pantalla y se sientan junto a tí en la butaca mientras te cuentan sus problemas. Y aquí no es una excepción. Desde el principio Clint nos presenta a ese jinete más solitario que nunca, en un momento difícil y viviendo en un mundo que no es el suyo. Alguien separado de los suyos que se ve cada vez más separado dentro de su vecindario multiétnico. Pero el tipo dentro de esa enorme coraza inaccesible poco a poco gracias a la humanidad en sí misma empieza a comprender y a romper esa coraza. Pero el mundo no es un lugar bonito amigos, y no es nada agradecido para aquel que jamás fue comprendido ni pudo contar a nadie las cosas que le atormentaban. Pero ahí esta, él es esas cosas y ese buen ser que lleva dentro pero que inevitablemente va ligado al horror y a la guerra.

Es realmente envidiable que alguien como Eastwood siga demostrando día a día que el buen cine aun es posible, ese cine de tabaco, sofá y un trago de licor, ese cine que no se ve con palomitas, sino que compartes contigo mismo, que disfrutas desde el primer hasta el último segundo y que te desgarra y te golpea al tiempo que te acaricia y te abraza. Y lo consigue un tipo con 79 años que suena para el Oscar por dos películas que ha estrenado muy próximas en el tiempo. Y es que tras un deprimente año cinematográfico de nuevo llega ese jinete solitario cabalgando desde el atardecer silbando una melodia de Ennio Morricone, y viene con unas alforjas bien llenas para aquellos que adoramos el buen cine. Gracias Clint.

Nota: 9

Estreno en España: 20 de Febrero del 2009.

Deja un comentario